En las cárceles del Estado español se tortura, se maltrata y se producen muertes por sobredosis, suicidios, desatención médica o agresiones. Esta afirmación ha sido constatada por diferentes instituciones a nivel estatal e internacional como el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes (CPT), el Defensor del Pueblo -que en sus últimos informes alerta sobre los casos de suicidios dentro de la cárcel- o las condenas por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) al Estado español