Denunciamos el belicismo y militarismo de todas las partes implicadas en esta guerra. El movimiento por la paz no puede, sin perder su esencia, mantener una actitud de tolerancia o complacencia sobre el papel y la responsabilidad de Putin y el Gobierno ruso. Ni tampoco puede, en ningún caso, dejar de denunciar el papel que está jugando la OTAN y Europa en el mantenimiento y perpetuación del conflicto.