Una vez obtenida la autorización de comercialización, el Estado se hará cargo de la indemnización por los efectos secundarios graves, a menos que se demuestre la culpa del laboratorio.
La Comisión Europea ya ha alcanzado un acuerdo de compra anticipada de vacunas con una cláusula de este tipo con AstraZeneca, que tuvo que suspender durante unos días sus ensayos tras detectar problemas en uno de los voluntarios.