Las medidas de segregación del Sur de Madrid tienen un antecedente en las epidemias de cólera que, hace más de un siglo, azotaron la capital. Sus efectos fueron similares y nos lo cuenta Servando Rocha: «Toda la vida de la ciudad se altera: se cierran las escuelas y la Universidad; los estudiantes regresan a sus hogares. De Madrid huye todo el que puede. En los pueblos de Burgos y Valladolid mueren bastantes de los fugitivos; León pasa de una situación sanitaria óptima a otra precaria porque en fondas y pensiones se hacinan los huidos de Madrid. Los aristócratas huyen más lejos: Biarritz, París»