Ya, suena a chiste, o a noticia de El Mundo Today o de El Jueves, pero lo curioso es que es verdad, que existe el término, y concretamente el llamado síndrome de la mecha corta. Tan real es la cosa que conozco a cantidad de peña que lo sufre, tanta que si se realizaran estadísticas es probable que resultara más común que las alergias
Por aprovechar el escaso tiempo disponible en común, nos dio por grabar algunos audios de los ensayos de un tiempo a esta parte. Nos gustó el sonido y decidimos dar un pasito más -que pretendemos mantener- y ponernos con imagen aparte del sonido. Este ha sido el primer tema que hemos terminado
LA SOLEDAD DE MI CEPILLO DE DIENTESQue triste es la soledad de mi cepillo de dientes,que ingrávida libertad me da el mando de la tele.Cajones de vacuidad anuncian que ya no vuelves,rebosan de una verdad que duele.La cama perdió piedad y el sexo sus días de suerte;las musas a celebrar mi nueva pena de muerte.El piso es un hospital sin medios que me remedien;si el tiempo me ha de curar, que espere.Y no me preguntes más lo que me hace recordar,las cosas son sólo fobias que sabré ignorar;pero este mi corazón me sigue allá dónde voy,llevártelo en la mochila es mi mejor opción;pero este mi corazón se arrastra hasta dónde voy,llévatelo, mi vida, por Dios.Tus fotos cumplen la ley del destierro en el armario,exhortan para que el juez no las convierta en pedazos. Las prendas que eché a lavar me informan, sin pretenderlo,que hay tanta ropa que echar de menos.Y no me preguntes más...llévatelo, mi vida, por favor...llévatelo, mi vida, con Dios.Mi única decisión, al margen de redimirte,la ejerzo en esta canción con derecho a deprimirme.