La pandemia suspendió en su día una presentación de mi novela «Yo, tú… él» organizada por el área ideológica del PCA. Retomamos. Si no hay nada mejor que hacer, os espero el miércoles 9 de noviembre a las 18.00.
Los momentos rodeados de personas queridas y que te quieren siempre son hermosos, más allá de las circunstancias en las que se produzcan. Gracias a todas las que me acompañaron en la presentación de mi primer poemario, incluso sin ser demasiado amantes de la poesía.
Nueve años cumple ya la okupación en el antiguo colegio Rey Heredia. Nueve años de luchas, de sobrevivir a varios intentos de desalojo, cortando agua, luz y todos los suministros. Mucho que celebrar. Colaboramos con el grupo de biblioteca, aunque el Rafa Poverello & Compañía que reza el cartel, se quedará solo en Rafa Poverello
Ya Sharon Hays, aquella autora que calificó de “maternidades intensivas” al deseo de las madres de estar con sus criaturas, lo dijo claramente: cuando los hombres se incorporen a la crianza más fácil será convencer a empresarios y legisladores para que haya guarderías, tiempo flexible, permisos… Así, la crianza paterna gozará de todos aquellos derechos que no pudo conseguir la materna. Hoy se está cumpliendo esta premisa y vemos como una gran parte del presupuesto se destina precisamente a los hombres cuidadores.
Hace 50 años que se echa de menos la voz de la poeta única, singularísima, que fue Alejandra Pizarnik. Nació en Buenos Aires, en 1936, en una familia de inmigrantes y desde muy niña sus pasiones fueron leer, escribir, escandalizar un poco... Comenzó estudios de Filosofía y Letras que no acabó, tomó clases de pintura, leyó desaforadamente, viajó, volvió… y siempre escribió poesía, narraciones y diarios de donde se han extraído la mayor parte de las entradas de este diccionario, que intenta recomponer algunos fragmentos de ese puzle llamado Alejandra Pizarnik.
Siento comunicaros que la Asociación «Torre Isunza» para la Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Don Benito, como si no tuviera otra cosa que hacer y no hubiera habido advertencias, decidió hace un par de meses publicar algunos de mis poemas bajo el título genérico, propuesto por el que suscribe, de «De amor, mitos y otros infortunios». El jueves se cumplió la negra profecía y ya ha visto la luz.