Solía ser el escenario soñado para los cineastas que aspiraban a “indies”: luchabas por acabar una primera peli, exprimiendo las tarjetas de crédito y rehipotecando la casa de tus padres y consigues que la exhiban en el festival de cine de Sundance, donde tu talento en bruto llamaría la atención y te comprarían tu película por una cifra histórica, sentando las bases de una carrera en lo más alto. A principios de la década del 2000, hubo miles que persiguieron ese sueño, con la esperanza de convertirse en el siguiente Quentin Tarantino o Paul Thomas Anderson.
Nacido a las afueras de París, hijo de una paya y de un gitano, el carácter inquieto y cosmopolita de Jacques Léonard le llevó a ejercer tantos oficios como países visitó. Pero desde joven sintió atracción por el mundo de la imagen, dedicándose al cine durante años (trabajó en los célebres estudios Gaumont y colaboró en varias ocasiones con el realizador Abel Gance) y en 1952, superados ya sus 40 años, acabó por instalarse en Barcelona, iniciando su actividad como fotógrafo freelance.
Una treintena de colectivos de Bosnia, Finlandia, Grecia, Irlanda, España, Portugal y Eslovaquia denuncia que las tres comunidades autónomas, sujetas al deber de imparcialidad, realizaron un mapeo de conflictos mineros con tres millones de euros a cargo de un proyecto europeo.
Juristas critican el alarmismo injustificado y aseguran que el fenómeno se da principalmente en inmuebles vacíos propiedad de bancos y grandes tenedores