Nacida en Moldavia en 1995, Duca lleva desde los 12 años en el mundo del arte y su trabajo ha sido reconocido por su uso del color y la abstracción explícita y latente de sus pinturas. Sus obras son tan delicadas como certeras y fuerzan al espectador a desnudarse, a verse reflejado en esa escena que tantas veces se repite en la intimidad donde creemos que nadie nos ve.