Ya, suena a chiste, o a noticia de El Mundo Today o de El Jueves, pero lo curioso es que es verdad, que existe el término, y concretamente el llamado síndrome de la mecha corta. Tan real es la cosa que conozco a cantidad de peña que lo sufre, tanta que si se realizaran estadísticas es probable que resultara más común que las alergias
Por aprovechar el escaso tiempo disponible en común, nos dio por grabar algunos audios de los ensayos de un tiempo a esta parte. Nos gustó el sonido y decidimos dar un pasito más -que pretendemos mantener- y ponernos con imagen aparte del sonido. Este ha sido el primer tema que hemos terminado
LA SOLEDAD DE MI CEPILLO DE DIENTESQue triste es la soledad de mi cepillo de dientes,que ingrávida libertad me da el mando de la tele.Cajones de vacuidad anuncian que ya no vuelves,rebosan de una verdad que duele.La cama perdió piedad y el sexo sus días de suerte;las musas a celebrar mi nueva pena de muerte.El piso es un hospital sin medios que me remedien;si el tiempo me ha de curar, que espere.Y no me preguntes más lo que me hace recordar,las cosas son sólo fobias que sabré ignorar;pero este mi corazón me sigue allá dónde voy,llevártelo en la mochila es mi mejor opción;pero este mi corazón se arrastra hasta dónde voy,llévatelo, mi vida, por Dios.Tus fotos cumplen la ley del destierro en el armario,exhortan para que el juez no las convierta en pedazos. Las prendas que eché a lavar me informan, sin pretenderlo,que hay tanta ropa que echar de menos.Y no me preguntes más...llévatelo, mi vida, por favor...llévatelo, mi vida, con Dios.Mi única decisión, al margen de redimirte,la ejerzo en esta canción con derecho a deprimirme.
« S’il est, hors de la durée humaine, une heure qui réglera les comptes de chacun, j’aurai, à cette heure-là, l’écureuil sur l’épaule, la couleuvre au cou, le lézard et la tortue, les deux hirondelles d’octobre, les chiens, les chats et les chats et les chats. Je ne plaiderai pas longtemps, mais je montrerai mon cortège, et je dirai : “Je n’ai trahi aucun de ceux-là”. » Colette et les bêtes : une évidence trop souvent traitée à la légère. On connaît son amour pour les chats, mais le bestiaire de Colette est cent fois plus vaste. Pitiriki l’écureuil, Toby-chien, l’once Bâ-Tou et même l’araignée des armoires : elle les aime tous, sans distinction aucune. Car « il n’y a qu’une bête », comme elle le clame haut et fort, devançant de plus d’un demi-siècle la défense de la cause animale. On la voit souvent accompagnée d’un chat, d’un chien. Et même, à l’occasion, d’un guépard… La passion des bêtes imprègne ses écrits, inspire ses choix amoureux, marque sa pensée. Photographies à l’appui, Gérard Bonal nous entraîne dans l’univers poétique de Colette. « Sans bêtes, je m’appauvris. » Colette
Haruki tiene 20 años y cada una de sus obras es producto del esfuerzo y de la pasión que tiene por el detalle. Sus gatos hechos con lápices de colores parecen auténticas fotografías a primera vista.
Si por motivos de salud, responsabilidad o incertidumbre, decides quedarte en casa y no acudir a las manifestaciones o concentraciones por el 8M, esta película, realizada y montada, nada casualmente, por dos mujeres: Margaret Deriaz y Bryony Dixon, es una buena elección para ver en el sofá de casa. Poco más de una hora.