Pocas veces nos preguntamos de qué están hechas las telas de las prendas que nos ponemos. Tenemos la falsa ilusión de que no hay mucha diferencia entre unas u otras, más allá de su apariencia, color o caída. En cierto modo es verdad. Las telas que hoy en día utiliza la industria proceden de tan sólo unas pocas materias primas, a menudo las más contaminantes. Del petróleo, en su mayoría.