En países como Chipre, Italia y Austria, la brecha salarial es aún mayor, siendo del 42%, 30% y 25% respectivamente, sin embargo, en países como Finlandia el porcentaje es un 11% menor al valor promedio. En el caso de las mujeres en los países de altos ingresos, deben hacer frente a una doble penalización salarial, por su condición de migrantes y de mujeres, que llegan a cobrar un 21% menos que los hombres de los países de acogida, por hora trabajada