El lunes 9 de noviembre, luego de que el Congreso peruano aprobara velozmente la vacancia del presidente Martín Vizcarra por indicios de corrupción y designara como presidente interino a Manuel Merino, miles de ciudadanos en Lima y varias ciudades del país salieron espontáneamente a las calles a protestar. Entre ese lunes y el domingo, las protestas se multiplicaron en prácticamente todas las ciudades, y en varios puntos de cada ciudad. Fue la primera vez que el Perú vivía una ola de protestas tan masiva y, sobre todo, descentralizada.